En ocasión de la edición 1998 del Festival de San
Sebastián ( España), el actor estadounidense John Malkovich aseguraba que la cámara
cinematográfica esta hecha para mentir. Malkovich recomendaba
testear cualquier tipo de actuación en las tables de teatro. Tal aseveración
esta maculada por una concepción del cine actualmente en boga en Hollywood donde el actor
no es la figura principal de la producción cinematográfica.
Esta concepción se ajusta a la actual comercialización de
todas las artes. Pero no tiene Hollywood exclusiva de este fenómeno. Al fin y al cabo,
EE.UU. es la cuna moderna del método de actuación importado a la
escenografía estadounidense por Lee Strasberg y consagrado por actores como Al Pacino,
Marlon Brando y Roberto De Niro. El método, creado por el ruso
Constantin Stanislavski se basa en la incorporación de emociones y experiencias pasadas
del actor a la escenificación del personaje.
El método goza sin embargo de mala
fama entre muchos. El aclamado guionista estadounidense David Mamet acusa a los
metodistasde catatónicos y de poseer una falsa
memoria emocional en su libro Verdadero y falso: herejía y sentido
comun para el actor, Mamet es otro
que oblitera al actor al afirmar que No hay personaje. Sólo líneas en una
pagina .
Parece que es cada vez mas difícil emprender producciones
que den preponderancia a la actuación. Películas como Titanic o Conair son
ejemplos acabados de esta tendencia a transformar el arte en entretenimiento*. Lo real da paso a lo virtual, buscando así,
crear realidades mucho mas pasteurizadas que las que cada ser humano puede vivir.
Si bien hay una finalidad utilitarista en este tipo de cine,
esta se aleja muchísimo de lo artístico. El arte para ser arte debe centrarse en lo
humano. Tal era el ideal renacentista, hoy demasiado olvidado. El cine es primera y
principalmente actuación. Cualquier concepción que prefiera la preponderancia de
escenografías y efectos especiales es debilitante.
Repasando The Times (Londres ) del 14/10/1998 confirme
mis peores temores. James Cameron, director de Terminator 2 y Titanic,
comentaba sobre su ambición
Desde luego, también esta la otra cara de la moneda. El
escritor y guionista argentino Manuel Puig, quien en los años 50 estudio
cinematografía en Cinecittà (Roma), resumía los postulados básicos del paradigma
cinematográfico en boga por aquellos años,
el neorrealismo, de la siguiente manera:
Recuerdo un ejemplo de cine puro que proponía
Zavattini [uno de los directores mas importantes en aquellos años]: una obrera sale de su
casa y hace las compras, mira vidrieras, compara precios, busca zapatos para los
hijos
lo cual bien podría llenar la hora y media clásica de proyección
era la
cámara fría, impersonal, pero reveladora (
)
¿ Donde esta entonces la clave de una filosofía cinemática que considere a la actuación como elemento principal pero que no dude en apelar a cualquier otro artificio que la ensalce ? Pienso que en la calidad de los guiones. En los últimos anos hemos visto guiones de películas que han llevado al cine a niveles excelsos. Uno de los guiones que ha llevado a los actores al límite actoral es el major de Mamet, Glengarry Glen Ross. La obra (que ya había ganado el Premio Pullitzer por su versión teatral) mantiene al espectador con los sentidos en guardia y ejemplifica la major forma de cine: aquella que depende casi exclusivamente de la pericia del actor.
* Un dato no del todo curioso. El sistema legal anglo-sajón (
Common Law ) encuadra toda la jurisprudencia anglo-sajona que tenga que ver con
cuestiones artísticas bajo el rótulo de Entertainment Law.
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