Hemos caminado por largos años de existencia. La vida nunca se nos
dijo sería fácil y menos el camino estaría marcado por una felicidad eterna. No culpo a
los que me han herido, no culpo la pobreza que hemos creado, no culpo a la soledad en
nuestros interiores, no culpo allá, lejos en el cielo; no culpo a los que mataron mi
sonrisa, no culpo, no culpo a nadie de estos delitos mortales.
No hay la libertad esperada, no quiero
pedir permiso y menos perdón; busco y encuentro banalidades; encuentro confusiones y un
sin fin de mundos, de realidades. No culpo el amor que no he tenido, no culpo el miedo por
vivir otras experiencias, no culpo a la sociedad entera del tremendo caos, de la
desigualdad, de lo jodido, de lo putrefacto que huelen los individuos.
Hace poco soñaba, creía en la
utopía. Cada día nos pudrimos en nuestras pretensiones, cada día luchamos por
banalidades. Dónde nos encontramos, que creemos y queremos para nuestro futuro, preguntas
sí, dejadas a un lado ante la imperiosa necesidad de sobrevivir en el presente.
Estudiamos, trabajamos y reventamos.
Socializar es la palabra de hoy. Pero que fines tiene. Que fin tiene regresar a los
setentas, los ochentas, la beatlemania; bonitos tiempos aquellos, mal presente sin
ideología, sin que caracterizarnos, acaso la X lo logra. No lo creo y he visto un sin fin
de mundos, un famoso discurso de una sociedad plural dominada por ocho
países, los más industrializados, los pesados. Millones de personas pobres, 432 ricos
con el salario de todos los jodidos detentando un poder económico y social impensable.
Qué es la pluralidad; jodidos, clase media y ricos;
proletariado y burguesía, divisiones clásicas en si.
Un favor a esta realidad seria callarme
y no acusar a la sociedad en la que vivo. Es un suicidio para mi, por eso no callo. Un
favor para esta triste realidad seria seguir escribiendo estos párrafos oscuros y
pesimistas. Un favor a esta realidad es despertarme y decir tan solo: Hola, triste
realidad. Vivir, vivir, tan solo, vivir.
Vivir en la ruina, en el desorden de
las millones de vida que se dan en este universo. Tan solo eso vivir. Vive y deja vivir en
paz me han dicho, tú tan solo vive lo que
sientes también me lo han reafirmado. No siento nada, la vida es nada hoy, qué es la
vida ahora, no lo sé, tan solo dormir, ir a la escuela, trabajar, reventar, leer, oír
música, tan solo eso y algo más. No podemos encontrar un mundo ad hoc a nuestras
necesidades, a nuestras convicciones, ante eso que hacemos: nos suicidamos o esperamos que
llegue ese momento que parece inalcanzable.
Hola, triste realidad es mi consigna. Un favor para esta triste realidad sería poder cambiar mi consigna.
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