PENSAMIENTO ESCÉPTICO

Y FALACIAS LÓGICAS (QUINTA PARTE)

Sergio García Guzmán ®

 

“¿Dios mío, es verdad? ¿Soy tan míseramente ridículo? ¡Dime que no es cierto! ¡Confírmamelo!

¡Háblame Dios, háblame en voz más alta! ¡No puedo oírte en medio de todas estas voces confusas!”

Milan Kundera (La broma)

No todos los razonamientos falsos son falacias en el sentido estricto: también hay argumentos que son aparentan ser coherentes desde el punto de vista formal, pero que tuercen la lógica para defender algún interés, ya sea por ignorancia, error o conveniencia. 

Estos razonamientos se llaman “sofismas”. El término se originó en la Grecia Clásica, cuando surgieron expertos en la elocuencia y la argumentación, disciplinas esenciales en la arena política. 

Pero aquellos individuos no tardaron en degenerar su disciplina: podían defender igualmente bien dos argumentos opuestos… todo dependía de cuánto se les pagara para hacerlo. Platón habló de ellos en sus Diálogos y dejó escrito lo que pensaba: eran meros mercenarios de la palabra, que ponían sus habilidades no al servicio de la verdad, sino del dinero o de intereses personales, sin importarles la dignidad ni la ética. 

La sofística ha hecho historia. Tiene tras de sí 2,500 años de historia y actualmente está tan vigente como siempre.  

Dado que los sofismas no tienen patrones únicos, no son clasificables de una manera tan clara como las falacias. Cada uno tiene su dosis original de engaño, y hay que estudiarlos atentamente antes de descubrir el error. 

Solamente hay una manera segura de identificar sofismas: descubrir la intención oculta y “leer entre líneas”, distinguir entre la forma y el fondo, separar la presentación que normalmente viene expresada en palabras elegantes o rebuscadas, muchas veces eufemísticas, y el mensaje de fondo.  

El método propuesto en este artículo es el siguiente: hay que desmenuzar el argumento, quitar palabras que solamente “adornan” la expresión y buscar el núcleo de la expresión, e ir refraseando el argumento original, simplificándolo más y más, sustituyendo palabras complejas o enunciados elegantes con expresiones más sencillas, cuidando siempre de no deformar el argumento.  

Si se respeta estrictamente este procedimiento y se llega a una expresión contradictoria u opuesta al argumento original, hemos descubierto un sofisma. 

A continuación se examinan varios ejemplos. Primero viene una breve introducción, con el fin de explicar el contexto. Luego se presenta el argumento o mensaje tal cual, y finalmente se le analiza para desenmascarar el sofisma mediante “traducciones” sucesivas. 

El método propuesto debe mucho a las matemáticas y al álgebra, donde se va depurando una expresión hasta llegar a su forma más simple.

     A) Primer ejemplo. 

Introducción

En los pasados meses, el cineasta Costa-Gavras presentó una película llamada “Amén”, cuya trama gira en torno al presunto pro-nazismo y anti-semitismo del papa Pío XII. En particular, menciona que dicho papa nunca condenó el holocausto ni el extermino judío que llevaron al cabo los nazis. La investigadora francesa Annie Lacroix-Riz trabajó antes sobre ese mismo tema y publicó un libro en que, alega, presenta pruebas irrefutables de las simpatías nazis de Pío XII. 

Argumento

El sacerdote Miguel Ángel Fuentes lee estos datos y responde, vía internet, al de la voz con este argumento: “…(este señor) se hace eco de las acusaciones infundadas y calumniosas de colaboración con el nazismo de Hitler. Honestamente, lea lo que ha sido publicado al respecto por el postulador de la causa de Pío XII; debemos basarnos en documentos, no en panfletos ni en guiones cinematográficos”. 

Análisis

El argumento del sacerdote arranca con la falacia de “victimización” (cuando habla de “acusaciones infundadas y calumniosas”, porque nunca prueba que lo sean), y termina con la falacia de “lenguaje prejuiciado”, porque alude a “panfletos” (que seguramente se refieren al libro de la investigadora Lacroix-Riz) y “guiones cinematrográficos” (que se refieren a la película de Costa-Gavras). 

Pero lo más importante es que pide leer lo publicado por X persona, antes que hacer caso de otras fuentes. 

Primera traducción, simplificando el argumento: “Básense en lo publicado por X individuo, no en otras fuentes”. 

Ahora bien, ¿quién es esa persona, que no hace acusaciones calumniosas, sino que escribe documentos bien fundamentados? Pues es el postulador de la causa de Pío XII… pero resulta que el “postulador de la causa de Pío XII” no es objetivo, sino que tiene un interés directo en probar las virtudes de Pío XII y así canonizarlo. Ojo: no estamos diciendo que creemos que tiene intereses personales, sino que es evidente que los tiene. Si no tuviera interés directo, no sería postulador… además, quien emite todo el argumento es un sacerdote. 

Segunda traducción: “Básense en lo publicado por uno de los nuestros, no le crean a nadie más”. 

Tercera traducción: “La verdad es nuestra, de nadie más”. 

Esto desenmascara el sofisma, porque demuestra que el mensaje oculto es opuesto al mensaje original. 

    B) Segundo ejemplo. 

Introducción

En 1999 el PRD llevó al cabo elecciones internas para seleccionar a su nuevo Presidente Nacional. Cuando los candidatos se estaban registrando, surgió el siguiente problema: uno de los estatutos que estaba en vigor, establecía una serie de requisitos y limitaciones a los eventuales candidatos. En la prensa se les llegó a llamar “candados”. Finalmente se modificó aquel estatuto y el problema quedó zanjado, por lo menos legalmente. 

Argumento

En aquellos días, Mario Saucedo declaró lo siguiente: “Debemos buscar una interpretación de los estatutos que deje satisfechos a todos los aspirantes”. 

Análisis

¿Qué significa “interpretación”?. Cuando se “interpreta”, se selecciona uno de varios posibles significados o explicaciones. Lo que se interpreta es, por definición, equívoco, porque admite varias posibles interpretaciones. 

Primera traducción: “Busquemos una interpretación específica de los estatutos”. 

¿Y qué es “estatuto”? Un “estatuto” es, para decirlo llanamente, una regla, algo cercano a una ley. ¿Y cómo debe ser una “ley”? Debe ser clara y unívoca, es decir, que su aplicación no esté sometida a interpretaciones, sino que tenga un significado único. 

Segunda traducción: “Busquemos una interpretación específica en algo que no admite interpretación”. 

Como los dos términos de esta expresión son contradictorios, podemos refrasear así: 

Tercera traducción: “Busquemos cómo darle la vuelta al estatuto”. 

Con lo que se expone el sofisma. 

    C) Tercer ejemplo. 

Introducción

El PRD celebró elecciones internas en el 2002. Los dos candidatos más fuertes (Rosario Robles y Jesús Ortega) se lanzaron mutuas acusaciones de fraude. El conteo final de votos se retrasó por problemas logísticos, y ambos bandos presentaron muchas impugnaciones. 

Argumento

Cuauhtémoc Cárdenas declaró lo siguiente: “Ya es necesario que se entregue la presidencia del partido a Rosario Robles para que sea ella quien empiece el trabajo de recuperación y limpieza del PRD”. 

Análisis

Simplificando el argumento, obtenemos lo siguiente: 

Primera traducción: “Es necesario declarar ganadora a Rosario Robles, para que limpie la elección”. 

¿Por qué hay que “limpiar” la elección? Porque hay muchas dudas sobre quién es el legítimo ganador. 

Segunda traducción: “Es necesario declarar ganadora a Rosario Robles, aunque haya dudas de su triunfo”. 

¿Y para qué hay que declarar ganadora a Rosario Robles? Para que limpie la elección. 

Tercera traducción: “Es necesario declarar ganadora a Rosario Robles, para que ella compruebe su propio triunfo”. 

Dado que por mero sentido común no se puede ser juez y parte, y es precisamente eso lo que alega este argumento, descubrimos otra falacia. 

    D) Cuarto ejemplo. 

Introducción

Recientemente, la Contraloría de la Federación ha dicho que está sobre las pistas de desvíos de recursos de PEMEX, que habrían ido a parar a la campaña presidencial del PRI. 

Argumento

El Presidente Nacional del PRI, Roberto Madrazo, ha deslindado al partido de cualquier presunto desvío de recursos de PEMEX. 

Análisis

¿Qué es “deslindar”? “Deslindar” es marcar una separación. En este caso, “deslindar” significa declararse ajeno a cualquier desvío de recursos. 

Primera traducción: “Nosotros no tenemos nada que ver con el desvío de recursos”. 

¿Quién puede “deslindar”? ¿Cualquier persona puede “deslindarse”? No… porque “deslindar responsabilidades” es una atribución de jueces, es algo que pertenece al ámbito judicial.  

Segunda traducción: “Tengo facultades de juez y digo que no tenemos nada que ver con el desvío de recursos”. 

¿Y quien hace esta declaración es juez? ¿Ya realizó la correspondiente investigación judicial? La respuesta a ambas preguntas es “no”. 

Tercera traducción: “No soy juez pero tengo facultades de juez…” 

Como la frase es claramente contradictoria, exponemos otro sofisma. 

    E) Quinto ejemplo.  

Introducción

En el año 2000 se realizaron elecciones presidenciales en México. En aquel momento, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, dejándose llevar por la moda de las “declaraciones patrimoniales”, decidió lo siguiente: 

Argumento

“…a los candidatos a diputados y senadores del PRI se les solicitará que presenten su declaración patrimonial o de bienes como una forma de demostrar que tienen las manos limpias…”. 

Análisis

Primera traducción: “Presentando su declaración patrimonial, los candidatos demostrarán que tienen las manos limpias”. 

Desde el punto de vista del candidato, la primera traducción queda así: “Tengo las manos limpias, porque presento mi declaración patrimonial”. 

¿Cómo se puede verificar que la “declaración patrimonial” es verdadera? No hay manera. ¿Y si en dos años el sujeto tiene más bienes? ¿Provinieron de su trabajo legítimo o de la corrupción? ¿Sirve de algo la “declaración patrimonial”? No, no prueba nada. 

Segunda traducción: “Tengo las manos limpias, porque presento mi declaración patrimonial, aunque no sirva de nada”. 

Si la declaración patrimonial no sirve, ¿qué nos queda para comprobar la condición de “manos limpias”? Solamente la palabra del sujeto. 

Tercera traducción: “Tengo las manos limpias… crean en mi palabra, porque no tienen forma de comprobarlo”. 

Expresión que es opuesta al argumento inicial, con lo que demostramos otro sofisma. 

    F) Sexto ejemplo. 

Introducción

Ante las sospechas de financiamiento ilegal de la campaña presidencial de Vicente Fox, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación invitó al Instituto Federal Electoral (IFE) a continuar la investigación que condujo y luego cerró, por ese mismo motivo.  

Argumento 

Vicente Fox dijo, al respecto: “No vale la pena ese tema, no tiene importancia". Luego, la Presidencia emitió un comunicado oficial en que señaló la necesidad de que el asunto "sea resuelto en forma expedita para continuar trabajando en los temas relevantes de la agenda nacional y para construir los cambios que requiere y demanda el pueblo de México".  

Análisis 

¿Quién está diciendo que el tema “no tiene importancia”? Lo dice el sospechoso...  

Primera traducción: “Yo, el sospechoso, quiero que esto termine rápido, porque no tiene importancia. Además no puedo trabajar mientras dure la investigación”.  

¿Quién y cómo decide si un asunto legal tiene fundamentos o no, si es relevante o no? Esa prerrogativa es de un juez, de nadie más.  

Segunda traducción: “Yo, el sospechoso, tengo atribuciones de juez y digo que esto no tiene importancia. Además no puedo trabajar mientras dure la investigación”.  

Además, el comunicado de la Presidencia cae en una falacia de “Consecuencias adversas”, porque da a entender que no se continuará trabajando en temas relevantes, y que no habrá avances, mientras no termine la investigación. Es decir: presenta a la investigación como el instrumento que frena el progreso.  

Tercera traducción: “Yo no soy juez pero tengo atribuciones de juez. Además, con todo esto están frenando el progreso de México”.   

Como la primera parte del enunciado deja al descubierto una contradicción, demostramos otro sofisma.

 
    G) Séptimo ejemplo


Introducción 

Las compañías tabacaleras de Estados Unidos se enfrentan a la presión cada vez mayor de la sociedad que, preocupada por los daños a la salud que causa el tabaco, presiona al gobierno para que les quite espacios publicitarios.  

Finalmente, los grandes consorcios tabacaleros han ido cediendo a la presión, impulsado la prohibición de la publicidad de sus productos en radio y televisión.  

Esta decisión, aparentemente suicida, tiene el fin de mejorar su imagen ante la sociedad y, lo que es más importante, liberar presupuestos publicitarios, que ahora irán a dar a medios impresos, dirigidos a adultos.  

Estas medidas se implantarán a finales del año 2002. Se prevé que se extenderán a América Latina. (Todo esto según información de Milenio Semanal, de mayo del 2002). 

Argumento 

Noticia del 1 de junio del 2002: “Como parte de la política que se seguirá para combatir el consumo del tabaco, el Gobierno federal anunció ayer que a partir del 2003 no habrá anuncios de cigarros en radio y televisión”.   

Análisis 

El argumento, por sí mismo, parece muy loable y beneficioso para la sociedad en general... pero, examinado en el contexto que plantea la Introducción, resulta ser una simple, llana y descarada mentira.   

En este caso particular, el sofisma no se puede descubrir por el argumento en sí, sino a la luz del contexto específico. 

 

Es cuanto.


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