¿Dios mío, es verdad? ¿Soy tan míseramente ridículo? ¡Dime que no es cierto! ¡Confírmamelo!
¡Háblame Dios, háblame en voz más alta! ¡No puedo oírte en medio de todas estas voces confusas!
Milan Kundera (La broma)
No todos los
razonamientos falsos son falacias en el sentido estricto: también hay argumentos que son
aparentan ser coherentes desde el punto de vista formal, pero que tuercen la lógica para
defender algún interés, ya sea por ignorancia, error o conveniencia.
Estos razonamientos se llaman sofismas.
El término se originó en la Grecia Clásica, cuando surgieron expertos en la elocuencia
y la argumentación, disciplinas esenciales en la arena política.
Pero aquellos individuos no tardaron en
degenerar su disciplina: podían defender igualmente bien dos argumentos opuestos
todo dependía de cuánto se les pagara para hacerlo. Platón habló de ellos en sus
Diálogos y dejó escrito lo que pensaba: eran meros mercenarios de la palabra, que
ponían sus habilidades no al servicio de la verdad, sino del dinero o de intereses
personales, sin importarles la dignidad ni la ética.
La sofística ha hecho historia. Tiene
tras de sí 2,500 años de historia y actualmente está tan vigente como siempre.
Dado que los sofismas no tienen patrones
únicos, no son clasificables de una manera tan clara como las falacias. Cada uno tiene su
dosis original de engaño, y hay que estudiarlos atentamente antes de descubrir el
error.
Solamente hay una manera segura de
identificar sofismas: descubrir la intención oculta y leer entre líneas,
distinguir entre la forma y el fondo, separar la presentación que normalmente viene
expresada en palabras elegantes o rebuscadas, muchas veces eufemísticas, y el mensaje de
fondo.
El método propuesto en este artículo es
el siguiente: hay que desmenuzar el argumento, quitar palabras que solamente adornan
la expresión y buscar el núcleo de la expresión, e ir refraseando el argumento
original, simplificándolo más y más, sustituyendo palabras complejas o enunciados
elegantes con expresiones más sencillas, cuidando siempre de no deformar el argumento.
Si se respeta estrictamente este
procedimiento y se llega a una expresión contradictoria u opuesta al argumento original,
hemos descubierto un sofisma.
A continuación se examinan varios
ejemplos. Primero viene una breve introducción, con el fin de explicar el contexto. Luego
se presenta el argumento o mensaje tal cual, y finalmente se le analiza para desenmascarar
el sofisma mediante traducciones sucesivas.
El método propuesto debe mucho a las matemáticas y al álgebra, donde se va depurando una expresión hasta llegar a su forma más simple.
A)
Primer ejemplo.
En los pasados meses, el cineasta
Costa-Gavras presentó una película llamada Amén, cuya trama gira en torno
al presunto pro-nazismo y anti-semitismo del papa Pío XII. En particular, menciona que
dicho papa nunca condenó el holocausto ni el extermino judío que llevaron al cabo los
nazis. La investigadora francesa Annie Lacroix-Riz trabajó antes sobre ese mismo tema y
publicó un libro en que, alega, presenta pruebas irrefutables de las simpatías nazis de
Pío XII.
El sacerdote Miguel Ángel Fuentes lee
estos datos y responde, vía internet, al de la voz con este argumento:
(este
señor) se hace eco de las acusaciones infundadas y calumniosas de colaboración con el
nazismo de Hitler. Honestamente, lea lo que ha sido publicado al respecto por el
postulador de la causa de Pío XII; debemos basarnos en documentos, no en panfletos ni en
guiones cinematográficos.
El argumento del sacerdote arranca con la falacia de victimización (cuando habla de acusaciones infundadas y calumniosas, porque nunca prueba que lo sean), y termina con la falacia de lenguaje prejuiciado, porque alude a panfletos (que seguramente se refieren al libro de la investigadora Lacroix-Riz) y guiones cinematrográficos (que se refieren a la película de Costa-Gavras).
Pero lo más importante es que pide leer
lo publicado por X persona, antes que hacer caso de otras fuentes.
Primera traducción, simplificando
el argumento: Básense en lo publicado por X individuo, no en otras fuentes.
Ahora bien, ¿quién es esa persona, que
no hace acusaciones calumniosas, sino que escribe documentos bien fundamentados? Pues es
el postulador de la causa de Pío XII
pero resulta que el postulador de la
causa de Pío XII no es objetivo, sino que tiene un interés directo en probar las
virtudes de Pío XII y así canonizarlo. Ojo: no estamos diciendo que creemos que tiene
intereses personales, sino que es evidente que los tiene. Si no tuviera interés directo,
no sería postulador
además, quien emite todo el argumento es un sacerdote.
Segunda traducción: Básense
en lo publicado por uno de los nuestros, no le crean a nadie más.
Tercera traducción: La
verdad es nuestra, de nadie más.
Esto desenmascara el sofisma, porque
demuestra que el mensaje oculto es opuesto al mensaje original.
B) Segundo
ejemplo.
En 1999 el PRD llevó al cabo elecciones
internas para seleccionar a su nuevo Presidente Nacional. Cuando los candidatos se estaban
registrando, surgió el siguiente problema: uno de los estatutos que estaba en vigor,
establecía una serie de requisitos y limitaciones a los eventuales candidatos. En la
prensa se les llegó a llamar candados. Finalmente se modificó aquel estatuto
y el problema quedó zanjado, por lo menos legalmente.
En aquellos días, Mario Saucedo declaró
lo siguiente: Debemos buscar una interpretación de los estatutos que deje
satisfechos a todos los aspirantes.
¿Qué significa interpretación?.
Cuando se interpreta, se selecciona uno de varios posibles significados o
explicaciones. Lo que se interpreta es, por definición, equívoco, porque admite varias
posibles interpretaciones.
Primera traducción: Busquemos
una interpretación específica de los estatutos.
¿Y qué es estatuto? Un
estatuto es, para decirlo llanamente, una regla, algo cercano a una ley. ¿Y
cómo debe ser una ley? Debe ser clara y unívoca, es decir, que su
aplicación no esté sometida a interpretaciones, sino que tenga un significado
único.
Segunda traducción: Busquemos
una interpretación específica en algo que no admite interpretación.
Como los dos términos de esta expresión
son contradictorios, podemos refrasear así:
Tercera traducción: Busquemos
cómo darle la vuelta al estatuto.
Con lo que se expone el sofisma.
C) Tercer
ejemplo.
El PRD celebró elecciones internas en el
2002. Los dos candidatos más fuertes (Rosario Robles y Jesús Ortega) se lanzaron mutuas
acusaciones de fraude. El conteo final de votos se retrasó por problemas logísticos, y
ambos bandos presentaron muchas impugnaciones.
Cuauhtémoc Cárdenas declaró lo
siguiente: Ya es necesario que se entregue la presidencia del partido a Rosario
Robles para que sea ella quien empiece el trabajo de recuperación y limpieza del PRD.
Simplificando el argumento, obtenemos lo
siguiente:
Primera traducción: Es
necesario declarar ganadora a Rosario Robles, para que limpie la elección.
¿Por qué hay que limpiar la
elección? Porque hay muchas dudas sobre quién es el legítimo ganador.
Segunda traducción: Es
necesario declarar ganadora a Rosario Robles, aunque haya dudas de su triunfo.
¿Y para qué hay que declarar ganadora a
Rosario Robles? Para que limpie la elección.
Tercera traducción: Es
necesario declarar ganadora a Rosario Robles, para que ella compruebe su propio triunfo.
Dado que por mero sentido común no se
puede ser juez y parte, y es precisamente eso lo que alega este argumento, descubrimos
otra falacia.
D) Cuarto
ejemplo.
Recientemente, la Contraloría de la
Federación ha dicho que está sobre las pistas de desvíos de recursos de PEMEX, que
habrían ido a parar a la campaña presidencial del PRI.
El Presidente Nacional del PRI, Roberto
Madrazo, ha deslindado al partido de cualquier presunto desvío de recursos de
PEMEX.
¿Qué es deslindar? Deslindar
es marcar una separación. En este caso, deslindar significa declararse ajeno
a cualquier desvío de recursos.
Primera traducción: Nosotros
no tenemos nada que ver con el desvío de recursos.
¿Quién puede deslindar?
¿Cualquier persona puede deslindarse? No
porque deslindar
responsabilidades es una atribución de jueces, es algo que pertenece al ámbito
judicial.
Segunda traducción: Tengo
facultades de juez y digo que no tenemos nada que ver con el desvío de recursos.
¿Y quien hace esta declaración es juez?
¿Ya realizó la correspondiente investigación judicial? La respuesta a ambas preguntas
es no.
Tercera traducción: No soy
juez pero tengo facultades de juez
Como la frase es claramente
contradictoria, exponemos otro sofisma.
E) Quinto
ejemplo.
En el año 2000 se realizaron elecciones
presidenciales en México. En aquel momento, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI,
dejándose llevar por la moda de las declaraciones patrimoniales, decidió lo
siguiente:
a
los candidatos a diputados y senadores del PRI se les solicitará que presenten su
declaración patrimonial o de bienes como una forma de demostrar que tienen las manos
limpias
.
Primera traducción: Presentando su declaración patrimonial, los
candidatos demostrarán que tienen las manos limpias.
Desde
el punto de vista del candidato, la primera traducción queda así: Tengo las manos
limpias, porque presento mi declaración patrimonial.
¿Cómo
se puede verificar que la declaración patrimonial es verdadera? No hay
manera. ¿Y si en dos años el sujeto tiene más bienes? ¿Provinieron de su trabajo
legítimo o de la corrupción? ¿Sirve de algo la declaración patrimonial?
No, no prueba nada.
Segunda traducción: Tengo las manos limpias, porque presento mi
declaración patrimonial, aunque no sirva de nada.
Si la declaración
patrimonial no sirve, ¿qué nos queda para comprobar la condición de manos limpias?
Solamente la palabra del sujeto.
Tercera traducción: Tengo las manos limpias
crean en mi
palabra, porque no tienen forma de comprobarlo.
Expresión
que es opuesta al argumento inicial, con lo que demostramos otro sofisma.
F) Sexto
ejemplo.
Ante las sospechas de financiamiento
ilegal de la campaña presidencial de Vicente Fox, el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación invitó al Instituto Federal Electoral (IFE) a continuar la
investigación que condujo y luego cerró, por ese mismo motivo.
Vicente Fox dijo, al respecto: No
vale la pena ese tema, no tiene importancia". Luego, la Presidencia emitió un
comunicado oficial en que señaló la necesidad de que el asunto "sea resuelto en
forma expedita para continuar trabajando en los temas relevantes de la agenda nacional y
para construir los cambios que requiere y demanda el pueblo de México".
¿Quién está diciendo que el tema no
tiene importancia? Lo dice el sospechoso...
Primera traducción: Yo, el
sospechoso, quiero que esto termine rápido, porque no tiene importancia. Además no puedo
trabajar mientras dure la investigación.
¿Quién y cómo decide si un asunto legal
tiene fundamentos o no, si es relevante o no? Esa prerrogativa es de un juez, de nadie
más.
Segunda traducción: Yo, el
sospechoso, tengo atribuciones de juez y digo que esto no tiene importancia. Además no
puedo trabajar mientras dure la investigación.
Además, el comunicado de la Presidencia
cae en una falacia de Consecuencias adversas, porque da a entender que no se
continuará trabajando en temas relevantes, y que no habrá avances, mientras no termine
la investigación. Es decir: presenta a la investigación como el instrumento que frena el
progreso.
Tercera traducción: Yo no
soy juez pero tengo atribuciones de juez. Además, con todo esto están frenando el
progreso de México.
Como la primera parte del enunciado deja al descubierto una contradicción, demostramos otro sofisma.
G) Séptimo ejemplo
Introducción
Las compañías tabacaleras de Estados
Unidos se enfrentan a la presión cada vez mayor de la sociedad que, preocupada por los
daños a la salud que causa el tabaco, presiona al gobierno para que les quite espacios
publicitarios.
Finalmente, los grandes consorcios
tabacaleros han ido cediendo a la presión, impulsado la prohibición de la publicidad de
sus productos en radio y televisión.
Esta decisión, aparentemente suicida,
tiene el fin de mejorar su imagen ante la sociedad y, lo que es más importante, liberar
presupuestos publicitarios, que ahora irán a dar a medios impresos, dirigidos a
adultos.
Estas medidas se implantarán a finales
del año 2002. Se prevé que se extenderán a América Latina. (Todo esto según
información de Milenio Semanal, de mayo del 2002).
Noticia del 1 de junio del 2002: Como
parte de la política que se seguirá para combatir el consumo del tabaco, el Gobierno
federal anunció ayer que a partir del 2003 no habrá anuncios de cigarros en radio y
televisión.
El argumento, por sí mismo, parece muy
loable y beneficioso para la sociedad en general... pero, examinado en el contexto que
plantea la Introducción, resulta ser una simple, llana y descarada mentira.
En este caso particular, el sofisma no se puede descubrir por el argumento en sí, sino a la luz del contexto específico.
Es cuanto.
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